La felicidad es un anhelo legitimo. Lo buscamos todos los días de nuestra vida. Pero, la felicidad no es un lugar adonde se pueda ir. El verdadero propósito de la vida es la felicidad. El fin principal del o}hombre es glorificar a Dios y gozarlo por siempre. Dios nos ha creado para la mayor de todas las felicidades, la felicidad de amarlo y disfrutar de su intimidad. Apenas bajo la presencia de Dios esta la plenitud de alegría. a su diestra están las delicias eternas.
Muchos buscan la felicidad en el dinero; otros en la fama, en el placer y algunos aun en el éxito. Pero descubren que al final de esa linea solo espejismos y no la verdadera felicidad. La felicidad verdadera no esta en el poseer, sino en el ser. La fuente de la felicidad no esta en las cosas, sino en Dios; no esta en la tierra, sino en el cielo. Los cantos de este mundo no nos pueden hacer felices, pero Dios si lo puede, porque El nos ha credo, nos ha llamado por nuestro nombre u somos suyos. ¡Cuando lo conocemos y lo amamos, entonces, somos verdadera mente felices!
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